Prosiguiendo con nuestra historia, es el turno de Gustavo “Pájaro” Ogara, uno de los co-fundadores de Kongo Bongo, y además formador de todas las cuerdas de la banda.
Gustavo “Pájaro” Ogara, reconocido guitarrista y docente del medio, partió siendo menor de edad a realizar su carrera en Brasil, a principios de los ochenta. Regresó en 1985, y fue el guitarrista de los primeros discos de la Tabaré. En 1988 era el director de los ensambles que dieron lugar a Kongo Bongo.
Gabriel- ¿Cómo viviste el nacimiento de la banda?
Gustavo- En el año 1988 yo daba clases de guitarra, bajo, composición y armonía en el estudio LP, donde también armaba las clases de ensamble, que consistían básicamente en juntar alumnos para aprender a tocar en grupo.
A las mismas se sumaban alumnos de batería de Albín (batero de la Trampa, la Trabaré, y el Cuarteto de Nos). A su vez los propios alumnos aportaban otros instrumentistas de afuera del estudio.
Yo le daba clases a un bajista, Andrés Otero, que era fanático del reggae, quién incluso llegó a tocar en EEUU con los Wailers en una prueba de sonido. En las clases obviamente transcribía las líneas de Aston “Familyman” Barret (bajista de Los Wailers). Andrés tenía un amigo que estudiaba batería con Albin: Jorge Mendive, otro amante del estilo. Fue así que con ellos y otros dos alumnos míos, Alfredo “Chole” Giannotti, y Gabriel Otero armamos una clase de ensamble con el objetivo principal de ensamblar músicas del estilo.
Gabriel- Y siempre recuerdo que íbamos a tocar reggae, y otros estilos que nunca llegaron porque no podíamos abandonar el reggae…
Gustavo- Es de destacar que el reggae no era muy conocido en el país, ni siquiera Marley. Lo que se conocía era más bien de rebote por algún gran éxito comercial como Eddie Grant; o mezclas con otros estilos: The Clash o Police. En realidad eran pocos los que como Andrés o Jorge escuchaban todo el día el estilo, y sus intérpretes.
En mi caso conocía el palo porque a los 17 años me había surgido la posibilidad de ir a trabajar como músico a Brasil, y ya de pique en mi primer trabajo el repertorio incluía cuatro temas de Bob Marley; quien en Brasil era ampliamente popular y conocido.
Recordar que el propio Marley había visitado ese país e interactuado con músicos, y futbolistas famosos del Brasil (Chico Buarque, Gilberto Gil, etc.).
Todavía hoy recuerdo sacar los temas, y sus “yeites” de un disco de pasta, levantando y poniendo la púa sobre el vinilo. Una música que así en su estado original era nueva para mí.
Fue así que en el viejo LP, de la calle Hugo Pratto, se comenzó a gestar el Kongo Bongo…
No me olvido más de las caras de los gurises debutantes, sobre todo de Jorge Mendive, quien sí no me equivoco era la primera vez que tocaba en público. Un debut más que soñado, y jua!, Se le notaba en la cara. Fue de las veces que más disfrute con la alegría ajena, obvio también era la mía).
Gabriel- ¿Bueno, los primeros toques…?
Gustavo- El primer toque como saben fue por el Voto Verde.
Realmente mágico!
Yo ya estaba más que curtido de escenarios, (tocaba periódicamente desde los 17, y por esos años tocaba con la Tabaré); pero ese toque tuvo algo: unos hechos excepcionales. Ante la primera posibilidad de una actuación como los que integraban la clase de ensamble estaban habituados a tocar conmigo deciden invitarme a tocar con ellos ya como banda Kongo Bongo. Recuerdo que toqué en algunos temas bajo, y en otros guitarra; más bien en función del cuadro, y la necesidad.
El hecho es que tocaban varias bandas. Si mal no recuerdo Tarzán Gómez, Don Gato, Fernando Ulivi , el Cuarteto, etc, Todos de muy buen nivel, la gente disfrutaba en actitud relajada sentados cómodamente en el pastito de Villa Biarritz; hasta que llegó el debut del Kongo, y ahí....bum explotó!
Djaron la comodidad del pastito, y el público nos rodeó como una muralla humana, con una felicidad en los rostros que parecía que le traíamos agua a un público con sed. Algo extraño y singular, como si fuese no sólo el nacimiento de una banda sino también el nacimiento de un público. No me olvido más de las caras de los gurises debutantes, sobre todo de Jorge Mendive, quien sí no me equivoco era la primera vez que tocaba en público. Un debut más que soñado, y jua!, Se le notaba en la cara. Fue de las veces que más disfrute con la alegría ajena, obvio también era la mía).
Luego fueron pintando más toques en los que me sentía más como un colaborador tocando la guitarra, o el bajo según fuera necesario. Recuerdo algunos toques extraños, ejemplo abriendo un festival de heavy metal que se hizo en el Palacio Peñarol (sic) donde vino a tocar entre otras bandas de metal Rata Blanca pero no les dejaron ingresar los equipos en la aduana. Salimos, y tocamos los temas con los grooves más pesados que teníamos, y manteniéndonos firmes al estilo cargamos las violas con abundante distorsión y a darle palo. El público enteramente metalero respetó, aguantó y aplaudió.Otro que fue en Las Piedras, me habían invitado a tocar unos temas en la viola pero el bajista nunca apareció (creo era Garcímartín). Había que tocar si o si, porque creo ya habían pagado así, que me tuve que colgar el bajo, y encarar un repertorio del que conocía un par de temas. Improvisamos un tema sobre el escenario (para tapar la ausencia de temas conocidos), En el que el Chole cantaba una sola estrofa en la cual sólo variaba la única vocal que usaba en cada repetición de la misma, y todavía se la hacía cantar al público. (Es difícil olvidar momentos como ese).y el público respondía!
Gabriel- En los anteriores capítulos están todos los integrantes mejor detallados así que pasemos al desarrollo del Kongo Bongo…
Gustavo- En fin a partir de ahí la banda tuvo un crecimiento sin parar: el hecho de que fuera casi la única cultora del estilo, la energía que transmitía en cada actuación, más el innegable carisma del Apagón como frontman .hizo que la banda creciera en popularidad, y fuera logrando su madurez a medida de que se incrementan las actuaciones.
Luego llegó el primer disco, y lo demás que ya fue contado. Para ese momento yo ya no estaba en la banda por proyectos personales. Es entonces que me tocó disfrutarla como público y me daba un “orgullo ajeno…"
"Es entonces que me tocó disfrutarla como público y me daba un “orgullo ajeno…"
Gabriel- ¿Luego volviste a Kongo Bongo?
Gustavo- Pasaron los años, y mi vuelta a la banda se hace tras el alejamiento de Gabriel Otero, y de una manera más formal como integrante estable de la misma.
El cuadro estaba formado por Jorge Mendive en batería, Andrés “El pez”, Martínez en bajo, Marcel Curuchet en teclado y piano, Álvaro “Mono” Reyes en guitarra, Sergio Albino (primo de Álvaro) en percusión, Álvaro “Apagón Albino era la voz líder, Álvaro Armesto y Liber Galloso en saxos; y por supuesto yo en guitarra.
Ensayábamos en el fondo de la casa de Jorge (en Shangrilá de ahí sale el tema Shangrilá Bom), en un lugar muy pequeño donde entrabamos todos apretados, Ahí se fue gestando el segundo disco “De la noche a la Manha”
Gabriel- Contame de ese primer CD…
Gustavo- Para la grabación del mismo se elaboró un plan que se puso a votación, fue aprobado por la mayoría pero luego no fue llevado a cabo (las razones quedan en el ámbito particular del grupo para no herir susceptibilidades).
La idea era grabar todos juntos para lograr captar el sonido orgánico de la banda algo que no era común en la época porque representaba algunas dificultades técnicas (luego si se hizo así en el disco Verde Verdad). Hubo un cambio de timón, y se terminó grabando de manera convencional. ¡Qué lástima! A pesar de eso para mí es un gran disco.
La idea era grabar todos juntos para lograr captar el sonido orgánico de la banda algo que no era común en la época porque representaba algunas dificultades técnicas (luego si se hizo así en el disco Verde Verdad).
Gabriel- ¿Cómo fue el proceso?
Gustavo- Fue grabado en estudio Récords, con el ingeniero de sonido Walter Linás, (excepto el tema Expresión Black, en el cual el ingeniero es Daniel Báez y, en la misma grabación yo no participo: está participando Gabriel Otero).
Gabriel- Si, yo grabé la rítmica; pero eso no se puso en los créditos del CD. Me gustaría que un día esto sea corregido, pero sigamos…
Gustavo- Casi todos los temas eran de autoría de Álvaro Albino y con arreglos de la banda, entre Marcel Curuchet, Álvaro Reyes, y yo nos dividíamos arreglos y “lead motives”; pero todos aportábamos. Recuerdo que casi todos grabamos coros y percusiones.
En esa época recuerdo una empatía musical con Marcel Curuchet que luego se fue prolongando con el tiempo en otros proyectos y sobre todo en lo que sería el próximo disco.
Gabriel- Ahora lega el famoso ¿Algo más?
Gustavo- En estos días qué has publicado la historia con tu versión, y la de los entrevistados he visto que de alguna manera a través de comentarios se ha generado una polémica en lo que refiere a la verdad de la historia.
A mí me queda claro que el Kongo Bongo como banda de reggae tiene como primer impulso la idea de Jorge Mendive, y que si no hubiese sido por su idea, y su tesón no hubiese existido esta historia.
Obviamente no fue sólo él, sino también los que lo acompañamos aportando esfuerzo y talento.
El Congo está representado por la imagen de Álvaro “Apagón” Albino, y no importa si es Kongo Bongo, El Congo, o simplemente Congo: esa imagen de alguna manera unifica estas bandas en una sola historia.
Gabriel- Mi idea era contar la historia y realzar sobre lo que nos une, pero nunca todos pensaremos igual. Ningún cambio en el mundo fue hecho por un valle de gemelos. Unidad no es homogeneidad. Pero seguime contando…
Gustavo- Si a esto le agregamos que El Congo actual sigue tocando y grabando material que es en realidad original del viejo Kongo Bongo, esa unificación de la historia se hace más fuerte
Un ejemplo: el disco Verde Verdad se comenzó a gestar ya cuando era Kongo Bongo, y por ejemplo el mono Álvaro “Mono” Reyes tuvo mucho que ver con el mismo, a pesar di que él no aparezca como participante del mismo.
Lo mismo que Jorge Mendive que si mal no recuerdo en el tema que es principalmente de mi autoría, Ríos, él aporto la línea del bajo, y finalmente fue grabado en su ausencia.
Y es más, en el disco Amar y Llorar aparecen armonizaciones y “lead motives” que son de mi autoría, no estando yo presenté en el mismo ni tampoco en los créditos.
Han pasado muchísimos músicos por estar banda pero la cara principal de la misma es sin duda el Apagón: un músico y artista cien por ciento creíble, y en mi concepto mientras esté el “Apagón” va a haber Kongo Bongo, Congo. O como le quieras llamar
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